domingo, 12 de junio de 2011

ASI NO



"No hay oscuridad; sólo ignorancia" (Shakespeare)

Ayer tomaron se constituyeron nuestros Ayuntamientos. En concreto en el de nuestra ciudad, como sabéis, se produjeron unos hechos que aunque en el fondo los puede entender cualquiera con la que está callendo, no dejan de tener un sabor agridulce en cuanto a lo que se refiere a gestos poco respetuosos con el sistema que a todos (aunque nos guste más o menos) nos "intenta" igualar (ya se que sin conseguirlo, repito) a los unos y a los otros. Los "indignados" que se encontraban en la plaza del Ayuntamiento, que por cierto serian alrededor de 100 personas más o menos, no dejaron de realizar improperios, proclamas, y su modo particular de quejarse a todo "quisqui" que entraba al Ayuntamiento. Pero las cosas que a uno de verdad le repatean el estomago es ver como partidos de izquierda, véase, PSOE e IU toman la salida en una carrera hacia ningún sitio, en un intento de ambos por fagocitar a ese movimiento, con el objetivo principal de obtener cualquier rédito político. La señora Martin y su grupo de Concejales del PSOE se aproximarón a uno de los grupos de manifestantes que se encontraban en un lateral de la plaza del Ayuntamiento para intentar, como digo, arrimar el ascua a su sardina, sin éxito, ya que estos criticaban tanto a unos como a otros, con el grito de guerra "A la preso Sonia Castedó". Pero el "sumun" fue cuando los concejales de IU abandonarón el salón de actos donde Sonia Castedo recién elegida alcaldesa ( no olvidemos por más de 70.000 alicantinos) se disponía a dirigirse al publico asistente. En un gesto desonrosos e irrespetuoso no con los presentes sino con la reglas de juego democrático, estos concejales -Pavón y Cacerés- además de algún acompañante, abandonarón, puño en alto, dicho salón y se dirigieron hacia los indignados, que en está ocasión si que acogierón a estos "representantes" públicos entre sus filas para seguir con las proclamas "reivindicativas". A estos señores, que así como juran por imperativo legal, se pasan por el "arco del triunfo" lo que marca nuestra Carta Magna, (por cierto que también les afecta, quieran o no quieran) les volveremos a recodar lo que marca en su articulo 24 apartado 2: "todos los Españoles tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la Ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia".
Aclarado (una vez más) dicho extremo, continuo. A los que seguís este blog no hará falta que os diga lo que pienso de este tipo de actos, al igual que lo que se critica a través de ellos. También sabéis que no seré yo quien defienda a señores como a Ripoll. Pero lo que no se puede admitir es lo que se le hizo ayer antes de tomar asiento en su vehículo oficial este señor, donde un grupo de "indignados" le increpo, insulto, intimido, (a través de proclamas del tipo "Chorizo", "Vete tranquilo hijo puta", "ladrón" " etc. etc.) y por suerte no agredió, a pesar de que la distancia entre quien hacia y decía estas perlas y el propio Ripoll no cabía un folio. Podría citar más ejemplos, sin ir más lejos el que le ocurrió a un conocido mio cuando fue confundido con Alperí, pero omito hacerlo ya que creo que con esto que he expuesto es más que suficiente. "Así no", este no es el camino, así no se pueden conseguir los objetivos propuestos. El camino que comparto es el iniciado por estos movimientos a través de senderos pacíficos, alejados del insulto y la agresión verbal. De este modo lo único que hacen es abrir más la brecha entre unos y otros. Nada más, os deseo un feliz domingo a tod@s!

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo, argy, han perdido el Norte todos, los indignados y los de IU. No sé, a veces tengo la impresión que lo que convendrá es no hablar mas de ello, todo lo que queda de aquél gloriso y nostálgico #15M se ha disuelto como un azucarillo en la estupidez de la inmadura capacidad de sus convocantes para obtener un liderazgo y un programa viable para la consecución de sus objetivos. Esto, desgraciadamente, empieza a ser, si no lo es ya, un asunto de orden público. Una lástima y una pena, muchos nos los creímos.

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