"La oportunidad es un pájaro que jamás se posa" (Anónimo)
Dentro del Derecho Canónico se marca que quienes deseen promover la beatificación de un fiel, pueden editar y distribuir estampas, hojas informativas y otros impresos en las que se contengan oraciones al fiel, pero en ellos debe constar la finalidad de la devoción privada de dicho material impreso. Se puede introducir un proceso de beatificación por virtudes heroicas, o bien puede incoarse un proceso de martirio. ¿Porque digo esto? Muy sencillo, el caso es que voy leyendo en las ultimas horas artículos de partidarios de José Joaquin Ripoll (cosa lógica en estos días, ya que seguro alguno más "caerán") entre estos algún periodista no se si afín/es, pero seguro que no muy alejados en la distancia emocional, que me hacen pensar un poquito más si cabe sobre la cuestión. Leo igualmente en algún medio titulares donde se apunta que Alicante con la salida de Ripoll "pierde a un referente local", que "ha supuesto un ajuste de cuentas", " que "se ha producido una lucha cainita", que "se deja Alicante sin voz ni voto ni en Valencia ni en Madrid; ni en los partidos, ni en las organizaciones empresariales, ni en las instituciones", que ha habido una "falta de talla", que "la implacabilidad de Camps y la prepotencia de Castedo empiezan a asustar incluso entre sus propias filas",,,,,,vamos que esto comienza a ser como si nos estuvieran proponiendo una posible "beatificación" (con perdón) del personaje en cuestión. Sin duda como también se apunta en uno de estos artículos la "guerra civil" ha terminado, "pero queda el maquis: nunca ganó, pero fue experto en usar la dinamita". Y esto claro esta, no se sabe si es un encargo del "maquis" o un análisis del redactor del texto, porque conociendo al personaje del que habla y de quien es amigo esto no es ninguna broma. Si no, que se revise el caso de Zaplana y los motivos que propiciarón ( y quien) su entrada en Telefónica con el "humilde" sueldo de 600.000 euros al año, aparte de chofer, etc. Dicho lo cual, quizás se le escape a alguno de estos defensores de Ripoll los motivos que han provocado su salida, normal en todo caso, dentro de una organización política que ahora considera oportuno situar a otras personas con las responsabilidades que el ostentaba antes. Es de suponer que se les escapa igualmente que la actual alcaldesa es también nº1 por la provincia de Alicante en las Cortes Valencianas, lo que significa que la voz de Alicante sigue estando en la ciudad del Turia. Quizás también se les escape algunos datos no tan simples tales como que pesan sobre este cinco imputaciones (por cohecho, prevaricación, fraude, tráfico de influencias y negociación prohibida a funcionarios) derivadas del «caso Brugal. También se les olvida los constantes desafíos que ha provocado cada vez más subidos de tono que aumentaron más si cabe tras el congreso de 2008 el cual gano por cinco votos más que dudosos. Por no hablar de su estilo personal a la hora de aplicar la política en la Diputación, donde, el si que ha faltado al respeto a alcaldes de su partido encuadrados en el sector critico, a los cuales a castigado a la hora de conceder subvenciones, premiando tan solo a sus afines. Y ¿que decir de la legión de asesores (74) que inundan la institución?, o los elevados gastos del mismo referido a su propio sueldo ( su última subida supuso más de 2.000 euros al mes), e el protocolo, o las dietas, o los viajes que realiza con cargo al Patronato de Turismo, donde incluso viajan niños. En definitiva una falta de respeto para el que asiste día a día como observador no participante a este curioso espectáculo. Por último seria recomendable a los que apoyan tal "beatificación" que se miren el tipo de "oraciones" que recomiendan al "fiel" porque con este ni existen virtudes heroicas, ni "entra" lo del martirio. Ya vorem!
Me pondría a aplaudir, argy, pero no se trata de eso, tu artículo no dice mas que la verdad que algunos se obstinan en no ver ni conocer, son los contrarios de lo contrario, es decir, un día aplaudo a este y al otro todo lo contrario, lo importante es dar siempre la nota.
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