martes, 3 de mayo de 2011

SOLIDARIZÁNDOME





"Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta."(Ralph W. Emerson)

Hoy y no se si sirviendo de precedente me hago eco de una nueva propuesta (en numero que no en orden) de mi amigo 2.0 Enrique Tarragó, quien en su blog vuelve a "clamar en el desierto" con el tema del "uso" y abuso de las plazas reservadas a minusválidos o discapacitados, según se vea y/o quiera. De modo que copio y pego su articulo de hoy. Me hace sentir vergüenza añadir algo más a lo que ya le he dicho a él, aqui, allá y acullá. Sin comentarios.


Minusválidos: ¿Aparcamientos para qué?


Tengo un amigo, un colega, que se enfada muchísimo cuando le hablo de minusválidos, él me rectifica, siempre, con un tajante y enfadado: “Discapacitados, nada de minusválidos”. Bueno, para el caso es lo mismo, pero tengo la impresión de que cuando dices Minusválidos todo el mundo te entiende, hasta mi querida Alcaldesa, por lo que yo, seguiré con lo mío, que no es poco, pero tampoco mucho, lo demás son exageraciones como la de los futbolistas de élite que por nada se ponen a llorar.

Iba yo por la Montanyeta, “La Plaça del Penal de la aeat” de mi pueblo, cuando lo veo y no me lo creo: Una flamante y brillantísima Moto de esas que te hace girar la cabeza a su paso, estaba en el medio mismo de la Plaza de Aparcamiento que hay para Minusválidos allí, frente a la Iglesia. Me parecía de un atrevimiento total y hasta se pasaba de lo grosero, era repugnante y poco inteligible. No pude refrenarme, me paré, baje del coche y comencé a hacer fotos, sin aspavientos pero sin recato alguno. No me lo podía creer. Pero a los pocos segundos, cuando ya estaba entrando en el coche, aparece un chaval de unos 30, casco en mano, preguntándome: ¿Está echando fotos a mi moto? – No me digné ni a mirarle, solo le dije que no, que a su moto no le estaba echando fotos, que las estaba haciendo al cartel de minusválidos que estaba en lo alto del poste que “alumbraba” el aparcamiento. El chaval insistió: “Oiga si quiere Usted aparcar yo quito la moto”, le dije que No y me metí en el coche. Se enganchó a mi puerta y me dijo; “Oiga espero por su bien que esto no vaya a ninguna parte, ¿verdad?” – Ya no tuve respuesta, arranqué y me fui.

Este asunto está llegando al límite en todas partes, en Alicante, que es donde vivo, mucho más. No es posible de 11 a 14 H de la mañana encontrar una sola plaza de aparcamiento para minusválidos libre y eso podría ser bueno si no fuera porque dos de cada tres están ocupadas por personajes como el matón de la moto, es decir, por desaprensivos que campan a sus anchas por esas plazas, sin autorización alguna para ello y con la complicidad de la Policía Municipal que hará mucho, pero nada se nota. Claro que si hacemos caso a lo que dice nuestra querida Alcaldesa; “No se puede poner un Guardia a cada ciudadano”, ¿entonces, será verdad que todos los ciudadanos son unos delincuentes?. ¿A qué no?, ¿verdad que no?.

Dejo las fotos por si alguien conoce al chico y le puede explicar al de la moto que eso está mal, que lo de un momentito, está mal, que chulear aún está peor y que si algún día se encuentra como alguno de los que llevan distintivo azul con el carrito blanco dibujado sobre él, entonces, quizás sepa de lo que hablamos. Ah, y si alguien se lo quiere enseñar al responsable Político de la Cosa del tráfico Local pues que lo haga pero con mucho cariño, no sea que se vaya a pensar que somos unos vulgares chantajistas que aprovechan la era electoral para sus reivindicaciones.

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