domingo, 17 de octubre de 2010

TIEMPOS DE CAMBIOS


En este mundo todavía
el odio nunca ha eliminado al odio.
Sólo el amor elimina al odio.
Esta es la antigua e sempiterna ley.


Bibi Aisha, este es su nombre, es la joven que fue mutilada el año pasado por su esposo en cumplimiento de un castigo ritual ordenado por un líder talibán. La historia de Aisha es solo una más entre otras muchas que demuestran que algunas sociedades no han evolucionado desde la edad media.
Aisha con tan 12 años, fue entregada junto a su hermana menor a un guerrero talibán para saldar una "deuda de sangre", después de que un tío de las muchachas asesinara a un familiar del líder religioso. Años después, Aisha se casó con el talibán, quien la mantenía encerrada en un establo. Utilizaba a ella y a su hermana como esclavas y las azotadas frecuentemente para castigar el crimen de su tío. Aisha escapó, pero el año pasado su esposo la encontró en Kandahar, la llevó de vuelta a casa y en cumplimiento de la orden de un juez talibán le cortó las orejas y la nariz. Según la cultura pashtun cuando un marido es avergonzado por su esposa es como si perdiera la nariz, por lo que se impone un castigo recíproco.
Aisha abandono su refugio de Kabul rumbo a EE.UU para someterse a su operación de cirugía reconstructiva. La cirugía ha sido donada por el cirujano plástico y reconstructivo, Peter Grossman y el equipo del centro The Grossman Burn ubicado en el Hospital West Hills en Los Ángeles.Ahora le queda esperar la cirugía definitiva y, sobre todo, conseguir liberar a su hermana, que con diez años sigue en casa de la familia de su ex-marido.
Así es como actúan estos valientes "guerreros" tan "religiosos" ellos. De este modo es como difunden la palabra divina. La justicia social, igualdad, generosidad y el respeto es lo que predica el Islam. Como vemos la evolución de la misma a llevado por caminos totalmente separados a los preceptos que esta religión marca. Conceptos como la "YIHAD" que significa esfuerzo en árabe y se designa el trabajo personal diario que tiene que hacer un musulmán para ser cada día mejor, también ha mutado en su significado. Cuando Mahoma emigró a Medina y allí tuvo, junto a sus seguidores, que defenderse de los ataques de los comerciantes de La Meca, la palabra ‘yihad’ pasó a manifestar la defensa que un musulmán tiene que hacer de su territorio, de su espacio, cuando éste es atacado. Con lo cual sobra explicar lo que se entiende actualmente por "Yihad".
No sólo hay que fijarse en este extremo "entendimiento" de la religión musulmana. En versiones aparentemente más "moderadas" también se dan circunstancias tales que chocan con nuestra forma de entender la convivencia entre seres humanos. Si estás cuestiones se llevan a cabo en sus países duelen al observador más frió, pero el problema es cuando estas costumbres acompañan a sus "portadores" a otros países de residencia de estos. Por suerte aún no hemos tenido que ver estás cosas aqui (aunque si parecidas, como la ablación del clitoris en algunas niñar africanas) pero al paso que vamos, estoy persuadido que de no poner remedio no tardaremos en presenciarlo (espero más que nunca equivocarme).
En Occidente, y España debía tomar muy buena nota, debemos dejarnos de falsos paternalismos estúpidos, frases de otro tiempo y ponernos manos a la obra. Si " A LA OBRA", no de construcción, sino de mantenimiento de lo que hemos construido con nuestro esfuerzo y el de nuestros padres, el llamado "Estado del Bienestar" que ahora casi agoniza y que lo mismos que no lo "vendieron" ahora nos quieren negar.
La Cancillera Merckel en Alemania ya está en ello. El pasado fin de semana en el marco de un encuentro con los jóvenes de su partido en Potsdam a dado por enterrada la Alemania multicultural, exigiendo a los inmigrantes que acepten los valores y la cultura del país que los acoge. Según está, los inmigrantes deben integrarse y adoptar los valores alemanes. «Nosotros nos sentimos vinculados a los valores cristianos. Quien no acepte esto, no tiene cabida aquí», dijo en un discurso que sorprendió por su dureza. A mi no me parece tal, mucho "vocero" comenzará con la tontería de que Alemania "vuelve" con los viejos fantasmas, pero eso no es más que el añejo discurso en "pro" de una integración que los primeros que no se creen son los propios inmigrantes.
Extiendo esto no sólo a los musulmanes sino también, a el resto de inmigrantes sean de la nacionalidad que sean, sudamericanos, rumanos, africanos, etc. No puede ser que estas personas "exijan" que en los paises donde van a trabajar y vivir, se les trate con leyes de sus paises de origen. Quien quiera vivir en estas latitudes deben acostrumbrarse y aprender lo primero la cultura y costumbres del país que los acoge, así como el respeto a sus leyes. Y por supuesto nosotros le debemos el respeto a sus culturas, pero primando sobre ella la de la mayoría de ciudadanos del país receptor.
Estamos a tiempo, espero.

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