jueves, 11 de septiembre de 2014

UN POCO DE APRENDIZAJE

"Una reputación de mil años puede depender de la conducta de una hora. (Proberbio Japones)







 
 
 
No se si ha notado aquel que lea esto que me apasiona ( no se si en exceso) todo lo que rodea al mundo oriental, singularmente los japoneses, y de estos, su sabiduría, sus costumbres, gastronomía, en definitiva su cultura. Hoy de nuevo quiero dejar de lado un poco la tónica general y centrarme en algún aspecto que convendría recordar o saber. En concreto me refiero al tema de su forma de entender el trabajo. Todos hemos visto siempre que estas gentes son diligentes y entregados en lo que hacen, con un deseo irrefrenable de hacerlo todo bien y rápido. Poseen algo muy necesario en nuestra cultura, y en estos tiempos, como es tener un sentimiento de orgullo por su  trabajo y ganas de hacerlo lo mejor posible en cada momento.  Pero sin lugar a dudas lo que más sorprende como ayer apuntaba es esa filosofía de vida donde el honor es lo primero. Y aquí no pondré ejemplos recurrentes de la actitud contraria, ya me entendéis. Otro aspecto a destacar y que me llama igualmente la atención es  que en ellos está siempre muy presente la confianza con el otro. No solo eso, si no que  van más allá,  dado que  incluso en el trabajo se observa este comportamiento, observándose que entre los compañeros  de laburo esta prácticamente casi  obligado el  hacerse amigos.  Y no digamos si se habla de clientes, donde esta forma de proceder casi se eleva. Y que decir del tema judicial, donde si bien en este pais nuestro casi se vive en un juzgado, los japoneses llevan tanto al extremo el tema de resolver los problemas, que practicamente no se tiene que llegar a la denuncia.  Estas cuestiones y alguna otra más les ha llevado a ser la segunda potencia del mundo y ganando terreno, por lo tanto, es como poco para prestar algo de atención al dato, y aprender, cuando antes mejor. Por supuesto y habida cuenta de que algún menfotista señalara que no es oro todo lo que reluce, se asumen costes negativos que los tienen, tales como su mermada calidad de vida, alto índice de suicidios, baja natalidad etc., aspectos todos ellos que también debemos ponderar. Pero aquí nos interesa lo positivo que ello encierra. Y con eso me quedo. Ja vorem

3 comentarios:

  1. Son todo un ejemplo, Antonio y, además, tienen una especial cualidad como es la de no molestar nunca. Así sew lo podríamos hacer entender a algunos vecinos con sus perros y sus excrementos, sus bicicletas en pared del ascensor y, especialmente, sus gritos, sus taconeos y su TV. Yo quiero ser oriental o mejor aún, que todos los vecinos de nuestro mundo lo fueran.

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  2. Cuando algún amigo viaja al país nipon, me dan ganas de meterme en una de sus maletas.................ahí Enric, cuanto tenemos aún que aprender, menos mal que somos jóvenes!

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