martes, 16 de septiembre de 2014

UNA MIRADA RAPIDA A LA INMIGRACIÓN





“El hombre no es un árbol: carece de raíces, tiene pies, camina. Desde los tiempos del homo erectus circula en busca de pastos, de climas más benignos, de lugares en los que resguardarse de las inclemencias del tiempo y de la brutalidad de sus semejantes. El espacio convida al movimiento y se inscribe en un ámbito mucho más vasto y en continua expansión” (Goytisolo )



Supongo que muchos habréis leído que en los últimos tiempos no dejan de aparecer en nuestras costas distintas pateras con inmigrantes ilegales, en concreto desde el pasado mes de Agosto lo han hecho más de 70 personas. Ayer sin ir más lejos llego otra cerca de nuestro litoral, mas concretamente a 55 kilómetros del sur de este.  Y esto no es nada con lo que ocurre al sur del pais y en Ceuta y Melilla donde las situación es lo siguiente a insotenible. A nadie escapa que en nuestra reciente historia, este tema  ha supuesto uno de los fenómenos más importantes afectando  a todos los ámbitos de la sociedad, desde la economía o las leyes llegando hasta la demografía, costumbres, o la política. Este asunto del que muchas veces preferimos mirar con el rabillo del ojo, conviene recordar que en nuestro país ya se percibe como una amenaza importante, si atendemos a lo que dice el Barómetro del Real Instituto Elcano. Mucha gente no quiere ver más que en este fenómeno a gentes que solo buscan un futuro mejor, que lo es en la mayoría de los casos, nadie lo pone en duda, sobre todo aquel que ve en la inmigración algo tan natural como reproducirse, pero de eso a lo que ocurre en este país, eso es otra cosa. Las personas tienen el derecho legitimo a buscarse un futuro mejor, pero desgraciadamente un país como el nuestro no puede atender esa demanda extrema de asilo, máxime en una situación como la actual. Eso es lo que muchos dirigentes tienen miedo a reconocer o decir, no vaya a ser que los tachen de fachas o intransigentes. Buscar la solución en el origen es el camino, lo sabemos todos, el enseñarles a pescar antes que darles el pescado es el camino acertado. Se deben crear los mecanicismos necesarios para que en sus países tengan oportunidades de encontrar una vida digna, que acabe con su miseria, con sus gobiernos podridos, con ese fundamentalismo que les lleva al abismo, con la incultura,,,,,,si no se hace es porque no se quiere, el motivo no lo se.  En nuestro país los centros de internamiento están que no dan a basto, son bombas de relojeria, donde gente que sobrepasa el numero que pueden admitir estos,  están en plena efervescencia, singularmente cuando no se cumplen sus expectativas de mejora vital. De ahí, precisamente  de estas impresiones que cualquiera puede entender, se deben pasar a los datos, si a los fríos datos. Según he leido por algun lado en las ciudades donde hay CIES, el 100% de violaciones, robos y otro tipo de delitos se producen en aquellos días en los que dejan a los inmigrantes internados en esos centros salir a dar una vuelta. Hay quien ya apunta que en pocos años este problema que ahora se deja de lado (como ocurre con otro tema capital en nuestro pais, veáse el análisis demográfico ) supondrá  alcanzar unos niveles altísimos en el  índice delictivo de algunos grupos de inmigrantes muy importantes, sobre todo musulmanes, magrebíes, rumanos y subsaharianos, convirtiéndose de este modo en el mayor problema nacional, junto con la corrupción, el desempleo o la  política. No olvidemos que aquí se ha producido o llevado a cabo este fenómeno a una velocidad impensable hace unos años, mientras que en otro países estos procesos han llevado décadas y décadas. Como sabemos, aquí somos tan menfotistas que incluso se imputa a un Coronel de la guardia civil por hacer cumplir leyes vigentes desde hace 10 años, y que ministros socialistas y populares hacen cumplir a sus subordinados como aquel ha hecho con los suyos.  Hoy escuchaba en una entrevista radiofonica decir que somos un pais peculiar, que nos ven asi, como gente que va lo suyo en el concierto internacional. Y es verdad, al menos yo tambien lo entiendo asi mientras esperamos el ansiado cambio de cultura. Para acabar y volviendo a lo de antes, bien haríamos con mirar un poco más arriba, y ver lo que ocurre en Francia, donde los procesos migratorios tienen mucho más recorrido que en España y sus consecuencias están haciendo que aquello este como una olla a presión que no tardara en explotar. Mañana más. Ja vorem.

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