lunes, 4 de julio de 2011

IDEAS PARA COMPARTIR


"Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no a llevarla" (Pitágoras)

En ocasiones uno lee todo tipo de recetas sobre la actitud a tomar cuando uno se queda sin empleo. En estas se hablan de fases, se comparan experiencias , situaciones y se ofrecen recomendaciones a quien le visita tan desagradable compañía. Aprovecho este blog para dejar constancia de algunas de ellas que me he ido encontrando en las diferentes fuentes donde acudo a que aclaren mi confusas ideas sobre este, y otros asuntos. Si algún parado lee esto que me perdone por atreverme a ir de "listo" dando consejos. Sólo pretendo difundir algunas cuestiones que creo pueden servirles en su duro camino. El que da lo que tiene no está obligado a dar mas. De modo que vamos a ello.
Amig@ si el shock, la cólera, la furia, el vació de estómago, la angustia, la depresión, la negación de tal extremo y llegado el caso la aceptación (que remedio queda) etc. se ha apoderado de ti porque te has quedado en la calle, o lo que es lo mismo, sin trabajo, reponte cuanto antes. Es lo que hay, antes de que está curva emocional te lleve al averno de ti mismo. Ya se que no he descubierto la formula de la Coca Cola, pero reordena la situación, controla tus emociones cuanto antes, si lo que quieres es encontrar el "maná" en forma de trabajo. Da igual si la culpa era del jefe, del compañero, tuya, si eras el que más vendía, si eras el mejor de tu departamento o si te habían prometido heredar la empresa. Amig@, haz balance, resetea tu "disco duro", hazte un diagnostico a ti mismo y ves a por ello. Yo también me pregunto que es "ello". Esa es una de las claves. Quizás para alejarte de la autocompasión seria recomendable que iniciarás cuanto antes cualquier actividad encaminada a la búsqueda de empleo, antes de que te abandones al transcurrir de los días intentando encontrar esa respuesta que nunca va a llegar. O sea que si tenias planeado ir a un "todo incluido", mejor busca opciones más "placenteras". De entrada, si de verdad quieres trabajar y pones todos los medios a tu alcance, es más que probable que acabes trabajando. A lo mejor al principio tienes que hacer labores que no te gustan demasiado, pero ten paciencia, todo llega. Y recuerda que cuando se cierra una puerta siempre se abre una ventana.Al menos eso dicen, y parece que en algunos casos, la cosa funciona. Todo es cuestión de actitud.
Quizás sea tambien buen momento para hacer un balance de tu situación económica, el margen temporal del que dispondrás para buscar empleo: indemnización, ahorros, subsidio de paro y lo que puedes o podrías vender sin sacrificar tu patrimonio.
A la vez, se puede aprovechar para analizar el mercado actual de trabajo seriamente, nuestra formación, ya que quizá no tengamos nada que hacer y debamos reciclarnos hacia otros trabajos o mercados. Si no nos adaptamos al mercado, incluso mejor, si no intentamos adelantarnos a los cambios (a pesar de que ya suena a eslogan), podremos volvernos a encontrar en la misma situación, más todavia.
Es momento de sacar la lista de contactos personales, amigos, conocidos, colegas, etc. Prepara adecuadamente tu Currículum Vitae así como una estrategia de comunicación adaptable a cada puesto y empresa a la que te presentes. Sobre todo investiga, utilizando los medios con que hoy se cuenta (nuevas tecnologías) para acceder a bases de datos de empresas y oportunidades comerciales cercanas a tu domicilio o no. Pero opta sólo a los puestos que te interesan y en los que puedes tener mayores posibilidades de aceptación, no sigas la estrategia del envió masivo de autocandidaturas.
Si alcanzas finalmente el objetivo de encontrar empleo no olvides trabajar en tu empleabilidad (termino que parece que ha descubierto recientemente Felipe Gonzalez y que va recomendando en alguna de sus conferencias, por cierto por la que tiene un caché que supera los 50.000 euros brutos) o capacidad de contribuir a diferentes cometidos. Se recomienda en estos casos que la curiosidad que se tenia cuando uno era niño se mantenga intacta, es más se aumente, aprendiendo y explorando las alternativas a tu alcance. Si aún con ello no logras el deseado objeto de deseo, sólo queda que volver al punto uno y comenzar de nuevo. No hay otra. De pie y mirando al frente. Suerte!!














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