domingo, 11 de mayo de 2014

UN DIA PARA RECORDAR

 
 
 
 
 
"¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu" (André Maurois)



Bueno ya ha pasado. El Sábado 10 Mayo mi hija Claudia hizo su primera Comunión, y ese fue uno de esos días en los que uno, sinceramente, fue feliz con letras mayúsculas. Dicen que se es feliz cuando uno alcanza la meta que desea, cuestión que produce una serie de reacciones en nuestro interior que nos llenan de una gran satisfacción e inmensa alegría. Yo amigos, creo haberlo conseguido, singularmente cuando hace unos meses no las tenia todas conmigo. Ver a lo que uno más quiere en el mundo llena de ilusión y rodeada de amiguit@s  y familiares, es como para sentirse pleno de todo eso que compone esas reacciones químicas antes comentadas, y aún a riesgo de parecer retorico o predecible, no me canso de repetirlo por que uno no está como para tirar petardos en este campo. Me siento satisfecho por el trabajo hecho antes  no solo en lo referente a la ceremonia en si, si no más bien en la labor precedente de asfaltado de algunas relaciones familiares faltas de bacheados y retoques preliminares. Me siento bien después de haber actuado como el ingeniero veterano que quizás unos años antes no hubiera sabido o podido hacer. Gracias a quien es mi inspiración diaria, que no es otra que mi hija, a la que un día quizás no muy lejano vea volar y a la que ahora disfruto cada minuto que puedo pasar con ella. La felicidad está ahí fuera, y de nosotros depende ir a por ella o empeñarnos en lamentarnos por falta de animo, vergüenza u orgullo. Ja vorem!

2 comentarios:

  1. Esos hitos hacen que nuestra vida tenga sentido, amigo argy. Enhorabuena por ser como eres.
    Ah, lo del "Moguá", brillante.

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  2. Si amigo,,,,,,,,,,ya puedo decir que toque el cielo en cierto modo. Gracias por estar al otro lado Enric

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