domingo, 20 de enero de 2013

DESENCANTO CAÑI


 
 
 
"Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano".(Pablo Neruda)
 
 
Todas las encuestas habidas y por haber sobre el asunto de la corrupción política en España, descubren que el desencanto y dasafección con los de esa clase cada vez es mayor, sean de un lado de la orilla o del otro. Sin ir más lejos, el análisis de la corrupción por parte de la ONG Transparencia Internacional, que realiza informes periódicos sobre este asunto en todo el mundo, sitúa a España en el puesto 30 de una lista de 176 paises, y más concretamente el nuestro  ocupa el lugar número 13 entre los 27 miembros de la Unión Europea. Ayer aprovechando mi recuperación pude ver cuando llegaba a su fin, parte de la película "Las manos sobre la ciudad", la cual trataba sobre la corrupción político- urbanística en el Napoles decadente de los años ´60. En ella, aspectos tales como el transfuguismo, el populismo, la dejación de responsabilidades por cálculos electorales, etc. nos eran presentados como si estuvieran ocurriendo ahora mismo. Después de la proyección de está película y dentro de el programa "Lágrimas en la lluvia", se desarrollo un coloquio al estilo de aquellos programas de Balbin en "La clave". Entre los asistentes habían  un catedrático, un profesor de filosofía, un magistrado, y Antonio Garcia - Trevijano, además del conductor del programa Juan Manuel de Prada.  Garcia - Trevijano como sabéis es un confeso republicano, aparte de pensador y profesor de la Universidad de Granada. Este último dijo algo que comparto plenamente y es que en esté país en tanto en cuanto no exista una clara división de poderes, la corrupción existe y existirá. Además apunto que aunque se llamen legislativas, si las juzgamos por su función y sentido, las elecciones son administrativas. La política se disuelve en «las» políticas, en las medidas o providencias que se ofrecen al criterio administrativo. Las elecciones para designar a los jefes administrativos del Estado, pues de eso se trata con el sistema de listas de partido, son un asunto burocrático. De ellas resulta que gobierna, legisla, juzga y administra… la administración. Los electores votamos pero no elegimos. Refrendar una de las listas de partido no es elegir. Los integrantes de lista no son elegidos por los votantes, sino por los jefes de partido. No representan, pues, a los electores ni a la sociedad civil. Y claro está, con estás premisas que tan bien les han funcionado en las últimas décadas, quizás no entraba en sus planes que se les fuera al traste con esto de la corrupción, que finalmente se les ha ido de las manos a unos y a otros. Bien harán en ponerse las pilas cuanto antes como decía el otro día, porque mucho me temo que no "hay tiempo para ver crecer la hierba". La gente en la calle no está para bromas, de hecho nunca lo ha estado, y eso de exigir y exigir esfuerzos a los mismos, para que quien debe dar ejemplo se pegue la vida padre saltándose normas, leyes, sentido común, y decencia, es mucho exigir ya. No me cansaré de repertirlo, una y mil veces. Del juicio de valor, y de la prosa descriptiva se debe pasar a la acción. Me quedo pensando en ello. Ser felices en la medida de vuestras posiblidades. Feliz Lunes. Ja vorem!

2 comentarios:

  1. Una sabia reflexión, amigo Antonio. Muy profunda, mucho. MB.
    Comparto los deseos para hoy

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  2. Gracias Enric,,,,,,,se agradece en mucho, mucho!

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