"La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir". (Jacques Benigne Bossuet)
Como todos sabemos ya estamos metidos de nuevo en campaña electoral cuando los aromas de las del pasado mes de Mayo aún nos envuelven. Mientras la ciudadanía sigue atónita y desconcertada el baile macabro y abyecto de Don Mercado y Doña Crisis donde los gobiernos les ponen la música de fondo, en este “terruño” vamos a asistir de nuevo a otro envite electoral. Como todos sabemos, de aquí al 20-N, fecha elegida por el actual Gobierno para la celebración de los comicios, nos encontramos ante quizás la más cara, a la par que cansina de las campañas electorales vividas. La estrategia parece clara por parte de los que no quieren perder (y van a perder a la luz de las encuestas) y los que quieren ganar. El tema de campaña del candidato socialista es quizás demasiado evidente, , siguiendo un guión previo y conocido, al más viejo estilo de la escuela socialista. Es decir, uno, dos o tres temas que preocupan a la sociedad, y con los que se tiene una ventaja comparativa. A partir de ahí, nacionalizar, provincializar o municipalizar el discurso a través de ese viejo y recurrente "amigo" que es el ventilador que “socializa” (nunca mejor dicho) lo que conviene punto por punto. En clave municipal o provincial nos toca la supuesta corrupción, de modo que si no está Camps, el objetivo es Sonia Castedo. En clave nacional, se recurre a la vieja "chachará" de que viene la derechona con la "motosierra" (J. Blanco dixit). Un ejemplo más de lo aquí expuesto. El PSOE, ofrecerá 11 ruedas de prensa territoriales y otra de Rubalcaba para denunciar los recortes, donde saldrán los los primeros “espadas” socialistas con un dossier de datos sobre las restricciones de gastos en educación, sanidad y servicios sociales. La guinda del pastel la pondrá Alfredo Pérez Rubalcaba, con una conferencia de prensa en la sede del PSOE, donde denunciará que las intenciones del próximo Gobierno del PP son desmantelar el Estado de Bienestar. Desde luego que no se puede recurrir a una táctica más alienadora , perdón por el juicio de valor. La vieja estrategia o “social style” de estos señores, parece cumplir como digo, un guión perverso, que no es otro que seguir al pie de la letra el protocolo del "buen asesor" como si se vendiera un cosmético más que la medicina que espera un moribundo. En este caso, su candidato está llevando a la práctica aquello que dice que no es bueno callarse los temas donde el adversario le saque ventaja. Véase, el tema de la congelación de pensiones y retribuciones a funcionarios, donde ya se ha "comprometido" a no bajar, incluso subir el sueldo a los funcionarios públicos (eso si, sólo un poquito). De igual modo, lleva a la practica la estrategia del ataque directo al oponente, intentado llevar el tempo de la cuestión, como prueba evidente de su conocimiento en cuanto a la posición desfavorable en las encuestas que le auguran una derrota estrepitosa. Lo que quizás no le han dicho al Sr. Rubalcaba (seguramente si) es que el electorado suele premiar más si cabe, a aquellos políticos que se salen del guión establecido o rompen con la lógica. Sin duda en un momento como el actual donde la brecha entre el ciudadano y el político es cada vez más grande, mucho me temo que no hay tiempo para el disimulo o los malabarismos semánticos. Es tiempo de la “realpolitik”, o lo que es lo mismo de las políticas reales alejadas de las vividas hasta ahora.
Bien hará quien con toda seguridad será el encargado de dirigir el rumbo de nuestro país, en olvidarse de los guiones preestablecidos y abandonar las promesas vacías de contenido. Le pediría a los astros que le ayuden a centrarse en las propuestas firmes que transmitan sensaciones diferentes a las acostumbradas, y si es sin intermediarios mejor. Ya se sabe lo primero es antes, o como leí en algún lugar que no recuerdo ahora: “Cuando se habla con prioridad, expresiones como creo o supongo pierden validez.”. A ser pragmáticos toca. Pues eso.
Como todos sabemos ya estamos metidos de nuevo en campaña electoral cuando los aromas de las del pasado mes de Mayo aún nos envuelven. Mientras la ciudadanía sigue atónita y desconcertada el baile macabro y abyecto de Don Mercado y Doña Crisis donde los gobiernos les ponen la música de fondo, en este “terruño” vamos a asistir de nuevo a otro envite electoral. Como todos sabemos, de aquí al 20-N, fecha elegida por el actual Gobierno para la celebración de los comicios, nos encontramos ante quizás la más cara, a la par que cansina de las campañas electorales vividas. La estrategia parece clara por parte de los que no quieren perder (y van a perder a la luz de las encuestas) y los que quieren ganar. El tema de campaña del candidato socialista es quizás demasiado evidente, , siguiendo un guión previo y conocido, al más viejo estilo de la escuela socialista. Es decir, uno, dos o tres temas que preocupan a la sociedad, y con los que se tiene una ventaja comparativa. A partir de ahí, nacionalizar, provincializar o municipalizar el discurso a través de ese viejo y recurrente "amigo" que es el ventilador que “socializa” (nunca mejor dicho) lo que conviene punto por punto. En clave municipal o provincial nos toca la supuesta corrupción, de modo que si no está Camps, el objetivo es Sonia Castedo. En clave nacional, se recurre a la vieja "chachará" de que viene la derechona con la "motosierra" (J. Blanco dixit). Un ejemplo más de lo aquí expuesto. El PSOE, ofrecerá 11 ruedas de prensa territoriales y otra de Rubalcaba para denunciar los recortes, donde saldrán los los primeros “espadas” socialistas con un dossier de datos sobre las restricciones de gastos en educación, sanidad y servicios sociales. La guinda del pastel la pondrá Alfredo Pérez Rubalcaba, con una conferencia de prensa en la sede del PSOE, donde denunciará que las intenciones del próximo Gobierno del PP son desmantelar el Estado de Bienestar. Desde luego que no se puede recurrir a una táctica más alienadora , perdón por el juicio de valor. La vieja estrategia o “social style” de estos señores, parece cumplir como digo, un guión perverso, que no es otro que seguir al pie de la letra el protocolo del "buen asesor" como si se vendiera un cosmético más que la medicina que espera un moribundo. En este caso, su candidato está llevando a la práctica aquello que dice que no es bueno callarse los temas donde el adversario le saque ventaja. Véase, el tema de la congelación de pensiones y retribuciones a funcionarios, donde ya se ha "comprometido" a no bajar, incluso subir el sueldo a los funcionarios públicos (eso si, sólo un poquito). De igual modo, lleva a la practica la estrategia del ataque directo al oponente, intentado llevar el tempo de la cuestión, como prueba evidente de su conocimiento en cuanto a la posición desfavorable en las encuestas que le auguran una derrota estrepitosa. Lo que quizás no le han dicho al Sr. Rubalcaba (seguramente si) es que el electorado suele premiar más si cabe, a aquellos políticos que se salen del guión establecido o rompen con la lógica. Sin duda en un momento como el actual donde la brecha entre el ciudadano y el político es cada vez más grande, mucho me temo que no hay tiempo para el disimulo o los malabarismos semánticos. Es tiempo de la “realpolitik”, o lo que es lo mismo de las políticas reales alejadas de las vividas hasta ahora.
Bien hará quien con toda seguridad será el encargado de dirigir el rumbo de nuestro país, en olvidarse de los guiones preestablecidos y abandonar las promesas vacías de contenido. Le pediría a los astros que le ayuden a centrarse en las propuestas firmes que transmitan sensaciones diferentes a las acostumbradas, y si es sin intermediarios mejor. Ya se sabe lo primero es antes, o como leí en algún lugar que no recuerdo ahora: “Cuando se habla con prioridad, expresiones como creo o supongo pierden validez.”. A ser pragmáticos toca. Pues eso.
P.D. Artículo publicado en el Diario Información el Viernes 30 de Septiembre de 2011.
Cruzo los dedos contigo, argy, "pragmatismo quiero y no me dan", lo que hay da miedo y lo que viene no lo conozco.
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