sábado, 5 de febrero de 2011

NOS HACEMOS VIEJECITOS


"La vejez es la pérdida de la curiosidad" (Azorin).

Hoy estaba decidido después de leer las noticias del día a hablar una vez más de lo que nos acontece en el panorama político local, en concreto del tema de la elección de Fenoll como candidato a la Alcaldía en Benidorm en detrimento de Genma Amor (movimiento no beligerante realizado con el fin de intentar repetir un mandato más en su puesto actual ¿de quién hablo?. Las respuestas más abajo).
Mirar por donde una noticia sobre la abuelita de la Comunidad me ha puesto más tierno de lo habitual y ha calmado mi sed guerrera.Hablo de Doña Elena Isidro de Cabanes (Castellón) que con una edad 107 años es la abuelita de nuestra Comunidad. Paralelamente se habla en otros editoriales del tema de la longevidad y del envejecimiento que sufren algunos lugares de nuestra geografía. El gran hecho que marca este hito hablando de este tema es que desde mediados del siglo XX la fecundidad de las parejas ha ido descendiendo hasta situarse por debajo del nivel de las tasas de reemplazo. Siendo esto asi, la combinación de tasas de fecundidad bajas con una mortalidad en descenso, ha provocado un envejecimiento general de las sociedades, cuestión que ha provocado un creciente peso de la población anciana y la llegada a edades más avanzadas de personas en mejores condiciones de salud. Los ejemplos los tenemos todos bien cerca, sirva decir que mi añorada y querida abuela Vicenta se fue hace casi tres años con practicamente 102 años, y mi otra abuela Virtudes falleció a los 90 bien largos.
Por supuesto que este fenómeno está suponiendo un quebradero de cabeza para los que nos (mal) dirigen en este país. Desde numerosos ámbitos políticos, económicos y sociales, prevalece la inquietud de que el envejecimiento de la población suscitará un importante aumento del gasto social en sanidad y atención a las personas mayores, así como en las pensiones que éstas reciben.
Los cuantiosos fondos públicos destinados tradicionalmente a cubrir las necesidades de la población joven, en un futuro deberían reducirse debido a que el número de jóvenes será inferior, por lo que estos fondos deberían trasvasarse para cubrir las necesidades de otro grupo de población, el anciano. Por tanto amig@s queda meridianamente claro que los cambios demográficos que se están produciendo en nuestras sociedades requieren una revisión de los planteamientos vigentes. Así que esté gobierno y los que vengan debierán ponerse "las pilas" porque las necesidades que en el pasado eran prioritarias socialmente, como la sanidad y la educación de los niños y jóvenes, en el futuro o mejor dicho ya mismo pueden (si no se están) reducirse debido a que el volumen de población joven está descendiendo, por lo que los estados podrían hacer frente a las necesidades demandadas por la población anciana.
Pues lo dicho amigos, si Dios quiere no veremos en el parque en un futuro con nuestro gallato tuneado hablando de aquellos años en que habían niños jugando en estos.

1 comentario:

  1. Dura y clara realidad de lo que sucede, argy. Como decía mi abuelo de los que manejan la economía política: "per matar-los", pero me temo que, ahora, lo que va a pasar, si les dejan, es que serán ellos los que nos maten cuando lleguemos a cierta edad, como en el Soylent Green de mi juventud. (http://en.wikipedia.org/wiki/Soylent_Green)

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