martes, 28 de abril de 2015

EL NUEVO TIEMPO






"Prefiero pasar por necio o estúpido, con tal de que mis faltas me den placeres o ilusiones, que ser sabio a rabiar." (Horacio)
 
 
 
Vuelvo un poco al tema tocado ayer, y vuelvo a centrarme en el tema de la corrupción dentro de la política que tanto daño hace no sólo  a los partidos en si y a la sociedad, sino al sistema de valores democráticos que todos nos hemos dado. No cabe duda que los ciudadanos quieren, desean, esperan que los políticos sean gente de fiar, y no como una especie de mercaderes en ese templo llamado política. Más de uno se pregunta si hay algún político honrado en este país, y no andan faltos de razón asistiendo al espectáculo de estos últimos tiempos. Yo confío como ayer apuntaba, en que esté tiempo nuevo en el que estoy seguro a entrado la política no tendrá vuelta atrás, por ello abogaría tirando un poco de deformación profesional por que los partidos políticos adoptasen estrategias propias del management como guía para escoger a los mejores o más adecuados dentro de los cuadros de mando de los partidos. Los que alguna vez hemos estudiado o dedicado a está cosa de los Recursos Humanos solemos o suelen decir que los modelos basados en la gestión organizacional como la planificación estratégica, el cuadro de mando integral, la gestión del conocimiento, la gestión del talento, la gestión de competencias y el capital intelectual presentan un denominador común: pretenden la alineación entre la estrategia de Gestión de Personas y la estrategia empresarial, resultando determinante para el éxito de esta última contar con una adecuada gestión del capital humano, que actúe como socio estratégico de la dirección general de la compañía. Un poco rollete lo se, pero si desde dentro de las formaciones políticas se apuesta seriamente a través de la herramientas necesarias por una elección adecuada de que, o cuales personas van a abanderar determinado proyecto político, a buen seguro en el futuro no se llevaría más de uno las sorpresas que se llevan, o al menos no tantas.  Me pregunto el porque si en las empresas existe una guerra por el talento (atraer y mantener a los mejores) porque razón en la política (partidos) no se implanta está estrategia de la gestión del talento arriba mencionada, y junto a este la gestión del desempeño, el desarrollo real del liderazgo, la identificación de brechas de talento, etc.....Por ultimo, sólo inferir que dadas las demandas de la sociedad en lo referido a responsabilidad, vocación , eficiencia, transparencia, honradez, etc. para con los servidores públicos, no tardaremos mucho en asistir a esta necesaria revolución que para mi no es una aspiración sino una obligación. Ja vorem.





















3 comentarios:

  1. Sin duda Antonio, estas cargado de razon.. Esto hay que ponerlo todo patas arriba, y hacer muchos cambios.
    El primero que el fiscal general del estado o el fiscal anticorrupcion, no sean nombrados por el gobierno, y a partir de ahi, pues ya sabes, que te voy a decir...

    Hay que insistir, Un abrazo

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  2. Espero que esa deseada revolución se conduzca por el buen camino ... piedras le pondrán todos los que tienen silla y no tienen otra, amigo Antonio.
    Mucho ánimo ... estoy por empadronarme en San Juan ... un abrazo.

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  3. No te equivocarías Enric...........jeje

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