martes, 10 de junio de 2014

EL PASADO Y MI CIUDAD (relato corto)




"La esperanza es paradójica. Tener esperanza significa estar listo en todo momento para lo que todavía no nace, pero sin llegar a desesperarse si el nacimiento no ocurre en el lapso de nuestra vida".
(Erich Fromm)

En mi época de estudiante recuerdo cuando algún profesor  de la especialidad que elegí dentro de mi carrera de Sociologia, que fue Urbana, ya decía el escaso parcelario que se habia mantenido en está ciudad con cierto toque añejo. Una ciudad con puerto donde los comerciantes que viajaban a ultramar, venian aqui y querian imitar lo visto, tirando con ello abajo, no solo viviendas o edificios con cierta singularidad, sino parte de nuestra historia. Conviene recordar al hilo de estás lineas que mercaderes y comerciantes alicantinos merecen especial atención debido a la orientación económica de la ciudad hacia el comercio marítimo , gozando estos  de un lugar de privilegio gracias a su nivel de ingresos derivado de su actividad (En el censo de Godoy de 1797 figuraban 98 comerciantes de puerta cerrada y 42 de puerta abierta.). Esto viene a cuento porque hoy he leído un articulo en un Diario de tirada nacional que hablaba sobre ello, diciendo que desde hace siglo y medio han caído más de 60 edificios solo en el centro de la ciudad, la inmensa mayoría en los últimos 50 años. Aunque parezca mentira de el catálogo de edificios relevantes de 1980, más del 30% se ha destruido. De hecho salvo por castillos, ayuntamiento y edificios eclesiásticos se hace difícil encontrar una edificación con más de 200 años en esta santa ciudad. Sin ir más lejos el arquitecto Santiago Varela  ( inspector de Patrimonio Artístico de la Consejería de Cultura) no está falto de razón cuando dice que "la destrucción de patrimonio con instrumentos legales es inmensamente mayor que la de los bombardeos de la guerra, y  las últimas dos décadas han sido devastadoras”. Para acabar tomo entre mis dedos el rosario de cuentas con la ilusión y esperanza de que se escuchen mis plegarias, sino en ultramar, si al menos por aqui. Ja vorem!

3 comentarios:

  1. Has puesto el dedo en la llaga, amigo Antonio. Vergonzante. Lo mando a Twitter

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  2. Gracias Enric!!! Ya sabes meneando la cola, como siempre......

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  3. Toda la razón. Pero lo que es peor: aún sigue y seguirá y la gente se lamentará a toro pasado, como siempre a pesar de que ya están viendo que va a venir. Lo próximo: el Puente Rojo (ya de por sí hito en esta ciudad y despilfarro económico su derribo y posterior paso inferior) y otra cosa mucho más sencilla: el pavimento de piedra rustica de la Plaza de España, rara avis en esta ciudad, que seguramente va a ser sustituido por pavimento gris del montón.

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