IDEAS QUE VAN Y VIENEN

 

 

 

 

 

"No entiendo por qué la gente se asusta de las nuevas ideas. A mi me asustan las viejas".(Noel Clarasó)

 

Hace algunos años escribí un articulo para una revista de Recursos Humanos para la que colaboraba y que me ha parecido adecuado retomar aprovechando que andaba revisando algunos materiales, de modo que dado que  la oscuridad  nos rodea en la cosa de ideas constructivas, no está de menos traerlo aquí y ahora. En el mencionado artículo citaba el caso de un empresario brasileño que más de uno conocerá llamado Ricardo Semler. Este tipo  heredo con 30 años la empresa de su padre y en unos años implanto un sistema de gestión revolucionario no exento de critica (lo tacharon de socialista)  que la situó el las cotas más altas del éxito vía democratización de la misma. En la empresa removió los cimientos hasta el punto de que los trabajadores eligen su horario de trabajo, contribuyen a diseñar los productos y sus planes de comercialización, se fijan sus propios sueldos, deciden cuál será su participación en los beneficios de la empresa, conocen el estado económico-financiero, votan las decisiones importantes, eligen la ropa (formal o informal) que llevan para trabajar y evalúan periódicamente a sus jefes, incluso impulso la puesta en marcha del "menú Robín Hood" donde quien más gana más pagas por este. La clave de su revolución fue tomar del capitalismo  los ideales de libertad personal, el individualismo y la competitividad, de la teoría del socialismo, aprendió a dominar la codicia y a compartir información y poder y de la cultura nipona le inspiró el valor de la flexibilidad. Tiempo atrás se hizo una encuesta en Brasil sobre empleabilidad, y de está se pudo saber que  dos mil personas afirmaron que aceptarían cualquier puesto con tal de trabajar en Semco. Otra encuesta entre nuevos licenciados universitarios arrojó como resultado que el 25% de los hombres y el 13% de las mujeres querían trabajar allí. En fin, creo que no está mal airear las experiencias positivas que pululan por este mundo a ver si alguno se hace eco y las copia. ¿No creéis?