¿POR CUANTO TIEMPO MÁS?

 

 

 

 

 

"Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella".(Facundo Cabral)

 

 

 

Volvemos  a la habitual brasa diaria. Hace tiempo que dije que debía haber dimitido, para de esté modo demostrar su altura moral y política, y si luego se demuestra que es inocente, recuperarla para la causa. Así lo dije hace tiempo, no sin pocos ataques de sus acólitos, palmeros, o pelotas a sueldo,  como asi lo dice más de un dirigente de su partido. No puede ser de otro modo. Ya sabéis que me refiero a la Alcaldesa de Alicante, la archifamosa Sonia Castedo. Ahora ya es tarde, ha perdido toda credibilidad,  y confianza dentro y fuera, una imagen muy tocada, y no se si recuperable, sin ninguna posibilidad real de ser candidata, al menos del PP, y haciendo un daño irreparable tanto a ciudad, como a la institución , asi como a su partido. Su cara es un poema, lo dice todo, está rota emocionalmente, es la imagen de quien está en unos momentos muy muy bajos que solo ella tiene la llave para poner fin. Lo más lamentable de todo es ver como apesebrados a sueldo o ciegos ante la verdad, son capaces no solo de defender lo indefendible sino además incluso hacer proselitismos de ello en prensa. Las muestras de desprecio hacia ella de los distintos representantes públicos de su partido ( y privados) no pueden ser más evidentes como he recordado aquí un dia y otro también. La ultima en el  acto institucional de la Volvo. Lamentable por un lado y por otro, que conste. Y que decir de la imagen del pleno del martes, con sus partidarios y asesores agazapados al fondo de la sala? Incluso provocando y burlándose (como he llegado a leer) de la gente que estaba en la plaza del Ayuntamiento, cuando no  cuestionando en redes sociales la participación y seguimiento de la misma.  Es algo insostenible y que está ciudad no puede soportar por más tiempo, se que es asi y  que en breve tendrá que dejarlo, bien por pacto, o por que no aguante ella misma, lo que ocurre que el transcurrir de horas, días, semanas y meses es a un coste muy alto para está ciudad. Desde luego que no reconozco a quien en otro tiempo admire. Me resulta muy triste, porque en el fondo a pesar de ser muy lista a pecado de ingenua. Es una pena que entre sus muchos asesores no tenga ningún profesional en coaching o algo parecido que le diga que un líder es aquel que es admirado, no peloteado, no es aquel que prefiere que sus colaboradores actúen como miembros de una secta en las que hay que seguir la doctrina y decir solo lo que se desea escuchar. Alguien que le diga que uno tiene que ser fiel a sí mismo y que la honestidad es un valor en alza, que un líder es aquel que asume la responsabilidad de sus actos. Alguien que le enseñe o comunique que asumir la responsabilidad por sus acciones es una manera de mejorar su vida en general,  tomando el control de sus acciones, que facilitara las cosas para poner los malos hábitos detrás de ella y avanzar por un camino nuevo, que no seria un fracaso, sino, solo eso, un cambio de camino. Al final del mismo encontraría la felicidad seguro. La responsabilidad es algo bueno. A veces cometemos errores. No hay nada malo con eso siempre y cuando aprenda uno de esos errores. Somos seres humanos y equivocamos todos  en el transcurso de la vida, pero en política se juega en otra liga y se nota más. En ese campo la amistad es de quita y pon, y eso debía saberlo ella.  Asumir la responsabilidad es la manera de dejar de culpar a los demás y empezar a poner la culpa donde pertenece. Cuando se aprende a aceptar la responsabilidad se vislumbran nuevos horizontes, lo que ocurre es que lo normal es culpar a otros, y sin embargo, las personas empeoran cuando culpan a otros por cosas de las que no deberían ser culpados. Los errores son parte de la vida y se les tiene  que hacer frente. No queda otra.  Pero todo esto claro está, no tiene futuro en una estructuras como las actuales dentro de la política, que afortunadamente, y estoy persuadido de ello, cada vez le queda menos  protagonismo.Ahora más que nunca, ja vorem!.