martes, 5 de junio de 2012

OPTIMISMO, ESPERA QUE VOY

"Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo". (Jaume Perich)

Recuerdo que el año pasado por está época hablaba aqui acerca de eso que se da en llamar optimismo, y que se nos escapa de las manos como el humo de un cigarro. No está de más que se recuerden algunos extremos en momentos tan delicados como los que todos atravesamos, tanto en lo doméstico como en lo general. En aquel artículillo recordaba, como decía, unas palabras de K.R. Popper donde este subrayaba en su día que  debemos acordarnos de nuestro deber, y sobre todo RECORDAR a nuestros representantes públicos que su responsabilidad no acababa con su muerte o con su dimisión. Las consecuencias que nos sobrevienen debido a la falta de responsabilidad y acierto de la clase dirigente van más allá de una simple excusa o dejación voluntaria o no de funciones. Pero a pesar de todo, yo, como el, encuentro la vida indescriptiblemente maravillosa, y en los últimos tiempos más si cabe. Que contradicción ¿verdad?, cuando peor parece que va todo, uno se siente efervescente al menos en el ámbito privado, que no es poco.  Ese hombre, gran maestro de la responsabilidad que fue Popper, decia que era el ser humano más feliz que conocía. Yo no llego a tanto, peor aún así, hago por imitarlo a diario.  Y todo ello lo hacia este a pesar de haber perdido a 16 familiares en Auschwitz. Por tal razón no quería seguir perdiendo el tiempo consigo mismo. Despreciaba a los que hablaban mal del mundo. Siguiendo su linea creo que hay que ponerse de pie y mantener la marcha firme. A fin de cuentas la historia de la humanidad no es otra que probar continuamente, trabajando incesantemente con el método de ensayo y error. Es el momento de utilizar más que nunca nuestra intuición, dado que sin está no marcha nada. Aún conscientes que casi siempre la gran mayoría de nuestras intuiciones se muestran finalmente como falsas. Necesitamos nuestras ideas, las cuales permiten criticar, perfeccionar y comprobar esas mismas ideas. Y hasta que sean demostradas debemos tolerar también las ideas dudosas. ¿Quizás alguien de los que podéis leerme duda que las mejores ideas son dudosas? . Aprendamos por consiguiente de esos errores, o más bien que aprendan quienes los han cometido. Confieso que no pretendo con toda está parrafada tener la razón (ni creo que la tenga) ya que prefiero conceder más valor a aprender de ello al igual que el viejo maestro. Convendria por ultimo intentar hacer entender a nuestra clase política que podemos aprender todos por medio de la critica de otros y por ende de la autocritica. Así como una cadena cinemática de un automóvil transforma la energía en movimiento y lo traslada a las ruedas motrices, encontremos motivos para que nuestra cadena cinemática funcione correctamente y nos ayude a afrontar todos y cada uno de los retos a los que nos tengamos que enfrentar, que no son, ni van a ser pocos. Esto es lo que dije en su día y hoy creo conveniente recordar. No lo olvidéis,  ser felices. Ja vorem.

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