martes, 29 de marzo de 2011

ENSEÑANZAS DESDE LA POLITICA


"Se tarda menos en hacer una cosa bien que en explicar por qué se hizo mal". (Henry W. Longfellow)


Aquí cada uno llevábamos la cosa donde nos interesa, yo no voy a ser menos. Lo digo a cuenta del tan manido tema de si Ripoll s,i o Ripoll no, que tanto está dando que hablar. Ni dentro ni fuera de su partido se aclara nadie, vamos ni él mismo sabrá (aunque lo crea) por donde van los "tiros" (con perdón). Esto me lleva, como decía al principio, a llevar el asunto donde me interesa, y es lo que sigue. Ya se, ya se, pero es que uno que es muy optimista y aún cree en la perfectibilidad del ser humano. Dicho esto, añado que cuando las opiniones se discuten, contrastan y reformulan con otras antes de ver la luz pública, se reducen las correcciones posteriores, eso lo sabemos de sobra. Sabemos sobradamente de un idéntico , ya que los ejemplos abundan, que en el mundo empresarial, como en las organizaciones políticas existe excesiva burocracia, en numerosas ocasiones innecesaria, que frena y dificulta la puesta en marcha de iniciativas creativas, al tener que pasar numerosos filtros y escalar escollos que parecen difíciles de sortear, favorenciendo en gran medida la comunicación interna. De ese modo la incertidumbre se convierte en el peor fantasma que puede existir, por tanto, como digo, la comunicación interna dentro de cualquier organización se puede convertir en el mayor y mejor altavoz externo que se puede tener, pudiendo actuar como verdadera catapulta a través de los componentes bien sea de una empresa o en este caso un partido político, para difundir una imagen positiva. Lo contrario a ello, es lo que estamos viendo con el asunto que nos ocupa, esto es, cuchicheos, estridencias, desinformación, véase PP (por citar uno). Luchar por acabar con los rumores debiera convertirse en una obligación, más que en una opción, dado que un rumor se combate con hechos que lo desmientan. Sin embargo, en la ‘psicología del rumor’, se ha establecido que una vez difundido, aunque las personas reciban posteriormente la información y los argumentos verdaderos, difícilmente desaparece. Si esto no es mentira, ya saben señores políticos, permitan que la comunicación fluya de forma natural, conseguirán así, un entorno sano, alejado de vicios tan extendidos en la forma de entender nuestras relaciones habituales, donde sus organizaciones, las políticas no son ajenas. Ja vorem!!

2 comentarios:

  1. A eso se llama desconfianza, si ellos la muestran desde dentro, los de fuera ................................, seguiremos rumoreando aunque a mi me gusta mas lo de Rumbear e ir a los Rumbeaderos, aunque sea para viejos, (viejotecas).

    ResponderEliminar