domingo, 17 de julio de 2016

TOCA HABLAR CLARO





Los acontecimientos ocurridos estos últimos días ( atentado terrorista en Niza e intento de golpe de Estado en Turquía) unido a lo que venimos viviendo desde la primera guerra de Irak hacen que esto merezca más atención de la que obligan los lamentos, condolencias, solidaridad, regates habituales desde el establishment, y lagrimas tan habituales después de cada acción armada de estas ratas con sangre de por medio. Analicemos lo que tenemos encima dejando de la lado lo que ya no podemos cambiar, véase foto de las Azores, muerte de Sadam Husseim y/o Gadafi, ataques de la coalición a esos países para conseguir un mundo mejor, etc.
Lo cierto y verdad es que tenemos declarada una guerra mundial desigual en la que una parte es capaz de lo peor si se le pide en nombre de su Dios, sean mujeres, hombres y/o niños, y de otra tenemos nuestras democracias avanzadas donde vivimos un mundo diferente, un mundo "happy" se podría decir, meridianamente opuesto al mediaval que es el suyo. Pues bien, detrás de nuestro buenismo escondemos o bien una ceguera declarada, o por otro lado una ignorancia  supina( esto último no me lo creo del todo  dada la facilidad con la que se puede acceder a la información hoy día).
Siempre que asistimos a un atentado sea del calibre que sea aparecen las voces retóricas - singularmente de la gauche caviar o gauche sándwich- que hablan del Islam como una religión de paz, que afirman que no todos los musulmanes son iguales, y toda esa retahíla de aforismos tan familiares. Cuando  se llevan a cabo asesinatos en masa como los de Niza sumados a los de París, Bruselas y tantos otros, significa que estamos en guerra, no delante de un juego de la Play Statiton. Y esto quiere decir  simplemente que las reglas aplicadas en tiempos de paz no sirven ahora, toca aplicar el Derecho o leyes de Guerra, por un pequeño detalle,  nos están MATANDO como a chinches. Una vez entendido este extremo no poco importante corresponde - hasta donde yo se y aun a riesgo de equivocarme- por un lado, dejar de comprar petróleo en la península arábiga, y por otro, cortar la vías de financiación de estos asesinos con el tráfico de inmigrantes. Por supuesto acompañando estas medidas por una intervención militar, mejor por cielo que por tierra, ya que esto último no aseguraría un éxito final. Una tercera vía que me parece la más importante seria tomarse mas en serio de lo que ahora se hace el asunto del Islam como una religión que NO es de paz. Así como suena. Toca hablar clarito. Es una religión que persigue como nunca a cristianos,  se les tortura, mata o vende como esclavos. En un país islámico si un musulmán se convierte al cristianismo lo encarcelan o condenan a muerte. Es un derecho inexistente a pesar de ser un derecho humano. Otro matiz a subrayar es que los musulmanes arreglan sus asuntos entre musulmanes, por no hablar de una ley propia que dice que un musulmán no puede delatar a otro musulmán. Esto último aclarara las ideas a aquellos que abogan por la vía la de la colaboración en la caza de terroristas, esto es, si uno ve a su compañero de rezo cargado de armas o explosivos en su mezquita o en el garaje de casa, jamás lo delatara. Conviene aclararlo. Ah! por cierto,  alguien a visto alguna, pocas y/o muchas manifestaciones de musulmanes en contra de los atentados?. 
Por otro lado, cada vez son mas las voces que hablan de una invasión silenciosa del Islam en nuestros países, pero quizás el miedo a ser tildado de extremista, xenófobo, racista etc. desde dentro hacen que se silencien o en muchos caos ni se atrevan a murmurar. Esta tesis no la mantengo yo solo,  ni siquiera otras voces más autorizadas que la mía,  lo dicen ellos mismos, es decir, tienen un plan y lo quieren ejecutar. Y ese plan es aplicar la Ley Sharia en todo el mundo, la conversión al Islam de todo Cristo viviente vía dominación del mundo con los fundamentos centrales de su doctrina. 
Una forma de conseguir este objetivo  es la manifiesta a través de esos ataques terroristas por parte de los malos, y la otra la silenciosa, pacífica  o latente que hacen los supuestamente buenos. Esta última es la que dice que nada mas llegar a nuestros países piden respeto, igualdad, y/o reclamaciones por doquier, como es  que les dejen construir sus mezquitas, practicar su religión, solicitar derechos especiales a sus hijos en los colegios, el uso del velo, etc. Por cierto, nada que ver con lo que harían ellos -y su religión de "paz"- con un cristiano en sus países de origen.
A esta referida  invasión silenciosa ayuda la baja natalidad en nuestro continente, que se une  a la velocidad con que estas gentes tienen hijos ( solo hay que mirar a nuestro alrededor) lo cual hace pensar que este problema no ha hecho más que comenzar, al menos en España donde vale decir que para el 2030 se prevé que crezca hasta el 80% la población musulmana. En este sentido apuntar que  en Francia son casi 10 millones,  en 2040 mas de la mitad de la población europea será musulmana y en 2050 será del 75%, en Estados Unidos ya es casi la segunda religión mas grande del país y ganando espacio. 
Siendo esto así,  que hacer? Yo abogo por una línea como la expuesta por el politólogo Giovanni Sartori. Véase, abrir procedimientos  en sus países de origen para que declaren su condición y solicitud de refugiado, por ejemplo, por una premisa tautológica,  TODOS NO CABEN, o acaso no ha estudiado nadie en los foros de decisión de la UE algo de análisis demográfico?
 Una vez tomada esta decisión se tendría alguna perspectiva más o menos clara de trabajo otorgándoles residencia permanente extensible a sus hijos. Pero NO el derecho al voto. Si, no se asuste nadie, como ocurre en Estados Unidos, excepto que uno de los hijos claro se haga terrorista, o le de por cometer alguna fechoría similar, con lo cual serían expulsados del país. Parece lógico, no? Solo de este modo y muy quizás podamos intentar encontrar una solución a un problema al  que parecen mirar de lado aquellos responsables de timonear nuestros destinos. Para acabar ya convendría tener claro, y ahora mas que nunca,  que solo los fuertes vencen y sobreviven, así como suena, y que siempre un callejón sin salida tiene una salida: su entrada, ya que en ocasiones retroceder es avanzar. Nuestro miedo es "nuestro", y nuestro derecho a defender el modo de vida que nos hemos dado  y el futuro de nuestros hijos mas aun, por eso ningún mindundi llegado a foros  de decisión aquí o allá gracias a esa perversión democrática que permite que se junten en coalición dos, tres o cuatro perdedores van a decidir por nosotros, ni aquí, ni allá, ni acullá. He dicho. 








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