El post de hoy tiene que ver con mi juventud. Al leer una noticia en la prensa local que hablaba de las escaleras de mi querido Instituto Jorge Juan, no he tenido más remedio.
La noticia nos habla de que existen muchos motivos por los que las interminables escalinatas del Jorge Juan deberían cuidarse. Cualquiera que por allí transite, observara la gran cantidad de pintadas, pegotes de chicles y basura existente, además de comprobar lo peligroso de acceder a la misma por la existencia de socavones y escalones rotos junto a otros que resbalan de puro desgastados.
Según parece estaba previsto una actuación para después de Hogueras, pero desde la Concejalía de Atención Urbana tienen previsto intentar incluir una actuación más profunda en el plan de rehabilitación de la ladera del Monte Tossal (con una cuantía de un millón de euros).
Espero y deseo que así sea, ya no solo por se un lugar emblemático de nuestra ciudad, sino por su simbolismo, ya que para algunos esas escaleras significan mucho. ¿En cuantas ocasiones habré bajado y subido las mismas?, ni lo se. Un día 28 de Noviembre, allá por el año 1984 estando sentando en uno de los escalones de arriba, junto al Instituto,vi pasar por vez primera a una "chavalilla" que me llamo la atención y que más tarde conocí y que un poquito más tarde todavía se convirtió en mi esposa.
Pues por eso y por muchas razones como dice la canción, creo que merece la pena que se mantengan en un estado óptimo este trocito de nuestra ciudad.
La noticia nos habla de que existen muchos motivos por los que las interminables escalinatas del Jorge Juan deberían cuidarse. Cualquiera que por allí transite, observara la gran cantidad de pintadas, pegotes de chicles y basura existente, además de comprobar lo peligroso de acceder a la misma por la existencia de socavones y escalones rotos junto a otros que resbalan de puro desgastados.
Según parece estaba previsto una actuación para después de Hogueras, pero desde la Concejalía de Atención Urbana tienen previsto intentar incluir una actuación más profunda en el plan de rehabilitación de la ladera del Monte Tossal (con una cuantía de un millón de euros).
Espero y deseo que así sea, ya no solo por se un lugar emblemático de nuestra ciudad, sino por su simbolismo, ya que para algunos esas escaleras significan mucho. ¿En cuantas ocasiones habré bajado y subido las mismas?, ni lo se. Un día 28 de Noviembre, allá por el año 1984 estando sentando en uno de los escalones de arriba, junto al Instituto,vi pasar por vez primera a una "chavalilla" que me llamo la atención y que más tarde conocí y que un poquito más tarde todavía se convirtió en mi esposa.
Pues por eso y por muchas razones como dice la canción, creo que merece la pena que se mantengan en un estado óptimo este trocito de nuestra ciudad.
Cierto, esa escalera tiene la culpa de muchas relaciones. Ya solo faltaría que las hicieran, en parte, mecánicas, serían, en parte, menos románticas pero a muchos nos haría tan felices que ..........
ResponderEliminarRecuerdo, cuando mi DFEH no era conocida, (diagnosticada, quiero decir), allá por el 93 y 94, estaba estudiando para API en un academia de las que había por allí, arriba de la escalera, y eso, me tocaba subir por allí, por las escaleras del amor, y ya entonces y gracias a ella, empecé a darme cuenta que yo ya no estaba para jugar al futbito. Ahora ya ni queriendo. Pero todo se andará, con esta Alcaldesa ...........