Han sido 21 inmigrantes ilegales los que está semana han llegado a nuestras costas entre Santa Pola y Xabia en un drama que de nuevo hace acto de presencia.
Siempre se ha dicho que estos jóvenes que arriban a nuestras costas lo hacen porque desde sus TV´s y gracias a las "parabólicas" les llegan las tentaciones de este primer mundo, donde vivimos tan "bien" y tan seguros. Lo que uno se plantea es como lo deben estar pasando de mal para intentar a emprender esas odiseas de travesias, cuando también les estarán llegando, unas noticias nada esperanzadoras en cuanto a la crisis galopante en nuestro primer mundo,que hace que las oportunidades para que un ser humano se busque la vida sean más limitadas si cabe.
Seguimos por tanto no afrontando con la seriedad que requiere este drama social. Países como España, vigilan o "mal vigilan" nuestras costas. Los interceptan, y en su caso repatrian a sus países. Una odisea en la que vemos niños, jóvenes, ancianos, mujeres embarazas que en muchos casos no llegan a su objetivo. Una de las cosas que no entiendo es porque esos jóvenes (en su mayoría) que son capaces de jugarse la vida, no son capaces de poner en marcha una revolución en sus países para "derribar" a esos que "gobiernan" en sus lugares de origen.La respuesta probable debe ser quizás su religión que les hace considerar a muchos de sus gobernantes como dioses en la tierra. Dado que esto daría para mucho más que estás humildes lineas, solo me resta añadir más allá de cualquier otra consideración, ¿HASTA CUANDO? .
Siempre se ha dicho que estos jóvenes que arriban a nuestras costas lo hacen porque desde sus TV´s y gracias a las "parabólicas" les llegan las tentaciones de este primer mundo, donde vivimos tan "bien" y tan seguros. Lo que uno se plantea es como lo deben estar pasando de mal para intentar a emprender esas odiseas de travesias, cuando también les estarán llegando, unas noticias nada esperanzadoras en cuanto a la crisis galopante en nuestro primer mundo,que hace que las oportunidades para que un ser humano se busque la vida sean más limitadas si cabe.
Seguimos por tanto no afrontando con la seriedad que requiere este drama social. Países como España, vigilan o "mal vigilan" nuestras costas. Los interceptan, y en su caso repatrian a sus países. Una odisea en la que vemos niños, jóvenes, ancianos, mujeres embarazas que en muchos casos no llegan a su objetivo. Una de las cosas que no entiendo es porque esos jóvenes (en su mayoría) que son capaces de jugarse la vida, no son capaces de poner en marcha una revolución en sus países para "derribar" a esos que "gobiernan" en sus lugares de origen.La respuesta probable debe ser quizás su religión que les hace considerar a muchos de sus gobernantes como dioses en la tierra. Dado que esto daría para mucho más que estás humildes lineas, solo me resta añadir más allá de cualquier otra consideración, ¿HASTA CUANDO? .
El derecho comparado y el eterno sometimiento generado por los propios europeos cuando esquilmaron África, lo impide. Me da miedo pensar en lo mismo que tú has pensado: ¿Para cuando la revolución africana?
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