MI CASA

"Siento mi alma desmoronarse, como uno a uno van cediendo los segundos del tiempo mientras aguardo el momento en que te irás, deseo con toda el alma detenerte, pero no es justo, no debo, no puedo" .....


Hoy comienza la cuenta atrás para que comience a despedirme de ti, "mi casa". El próximo Viernes firmare unos papeles que dicen que te voy a vender, y eso me envuelve en una absurda melacolía. Aún recuerdo cuando te vi por primera vez en un anuncio de un Diario. Recuerdo cuando entre a verte por vez primera junto a Carmen,con el miedo de saber si, si o si no, o todo lo contrario.
Nos enamoraste desde el primer momento. Aunque estabas algo destartalada, tan pequeñita tu, ya te imaginabamos con las mejores galas, por eso no tuvimos que especular mucho, para hacerte un "guiño" que seria definitivo. Después, que momentos previos, aquellos en que no sabíamos si podríamos hacer en el futuro el camino juntos, los miedos, las dudas,alguna lágrima al creer que te perdíamos, para por fin lograr el objetivo, ese objetivo que eras tu.Hoy después de tantos años, 17 ya desde esa primera vez, comienzo a hacerme a la idea de que te tengo que dejar. En tus "brazos" hemos sido jóvenes, hemos reído, llorado, divertido, hemos planeado tantas cosas,junto a ti hemos compartido con tanta gente que ahora no está, nos hemos casado, hemos visto nacer a nuestra hija, hemos pasado en definitiva una de las mejores etapas de nuestra vida, que espero ahora se repita o mejore a ser posible.
Desde aquí te quiero hacer un homenaje, a ti, a "MI CASA", a mi pequeña casa que tanto y tan bien nos has cuidado, querido y protegido. Me acuerdo ahora de mi abuela Vicenta a la que no le gustabas mucho y que siempre me decía "Antoñin comprate una casa que esté más bajita". No se lo tengas en cuenta, es que no le gustaban los ascensores y claro, tu "descansas"en una 14º planta.
Ahora tengo aún algunos días y quizás semanas para ir preparándome en el transito hacia ese momento, que aunque no está exento de una gran felicidad, también lo es de cierta pena. Cuida muy bien a los nuevos propietarios, tan bien como a nosotros y tu no te preocupes que se que vas a ser tratada como una reina, ya verás.
Nada más querida casa, siempre te llevaré en el corazón, y aunque los caminos por los que debamos andar no sean el mismo, se que la alegría y la felicidad de aquel que compartimos es y será tan fuerte que la pena de la separación no lo podrá romper.
Hasta siempre "Mi casa".