"Hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios." ( Abraham Lincoln)
Lo de la implantación de IKEA en Alicante es la demostración fehaciente de la inoperancia e incapacidad de todos aquellos agentes, en su mayoría y con bastante distancia, los que elegimos a través del voto cada cuatro años de pasión. Ver como un proyecto tan beneficioso para la ciudad se va demorando en el tiempo le repatean a uno en lo más profundo de su ser. Ahora, la dirección territorial de la Conselleria de infraestructuras ha emitido un informe en el que concluye que el suelo sobre el que se pretende construir este macrocentro, está clasificado como suelo no urbanizable de protección, por lo que el Plan General vigente (de 1989) no resulta compatible con la propuesta. Sin entrar más a fondo en cuestiones técnicas, de las que solo diré y no quisiera ser tendencioso, que llama la atención el empeño en situarlo en esa zona (Rabasa) con la que está cayendo, lo cual no deja de ser paradójico, habida cuenta de la persona que es su propietaria, y de la que se dice abiertamente que supondría un pelotazo de llevarse a efecto. Si esa persona efectivamente es Enrique Ortiz, el Sultán d´Alacant. Dicho esto, no me cansare de repetirlo, como no anden espabilados puede que la multinacional sueca acabe cansándose de este espectáculo, propio de un país de cuarta, que no es capaz de consensuar la decisión sobre un asunto que puede resolver la vida de muchos Alicantinos.
La mayoría soñamos con que desaparezca la crisis económica, pero al mismo tiempo no es menos urgente la desaparición de esa otra, la específica del sistema político con sus "elites extractivas clavadas en el centro de nuestras sociedades supuestamente democráticas y en progreso” (Ramón Estévez dixit). Feliz Viernes amig@s. Ja vorem!
Amén, amigo argy, amén. es insultante.
ResponderEliminarComo siempre!
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