“Es mejor viajar lleno de esperanza, que llegar…” (Proverbio japonés)
Sin duda es muy cierto aquello que alguien dijo sobre que dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y casi nunca nos detenemos a recordar y agradecer lo muchísimo bueno que poseemos. Pues yo he de confesar que si lo hago en ocasiones, quizás no muchas, pero está es una de ellas. Y es que eencontrarse con amigos de toda la vida, que hace tiempo que no vemos, nos producen, o al menos a mi, la sensación de que el tiempo se nos escapa de entre las manos. Ver a estos con hijos que casi les sobrepasan a pesar de la altura de algunos, ver su pelos plateados, los ojos adornados con arrugas en forma de alamares, ver que lo que antes fuimos ahora nos supera me hace pensar. Dar un paseo por tu lugar preferido en unos dias que anuncian horas de retirada de aquellas gentes que poco tiempo atrás inundaban la playa y todos los rincones de nuestro terruño. Van pasando los últimos días de Agosto, no dejando que se esfume, como huyendo de la llegada amenazante de ese Otoño que llegará (queramos o no) no sabe uno con que malas pretensiones. Dejaremos para otro momento los lamentos y las denuncias, hoy hay que respirar profundo y agotar las últimas jornadas de las llamadas aún vacaciones. Ser felices si os dejan. Ja vorem!
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