"Retírate dentro de ti mismo, sobre todo cuando necesites compañía" (Epicuro)
Hoy pretendía hablaros sobre un tema referido a la cuestión política local (uno más), pero la realidad ha cambiado el curso de los acontecimientos.
Ayer se fue "Pichi", el pajarillo de mi hija. Ayer dejo de cantar un pequeño "pinzón cebra" o también llamado "Diamante mandarín" que regale a mi hija hace un tiempo.Parece mentira lo que uno puede llegar a encariñarse con un pájaro, por está razón creo que merece una pequeña reflexión a modo de ojo del alma. Está mañana no me ha despertado con su canto matutino, hoy no ha llamado nuestra atención cuando le faltaba comida (por extraño que parezca se creo un extraño sistema de comunicación que mi mujer "dominaba" a la perfección), hoy no le hablaré como solía hacer de vez en cuando, cuando sea verano ya no te darán esos baños tan relajantes y que tanto te gustaban, Claudia no volverá a abrir tu jaula y te dedicarás a dar y dar vueltas por la casa, ya no vas a llenar de plumas tu jaula ni alrededores, ya no me van a dar el toque de "atención" (¿verdad Carmen?) porque no te limpio la jaula, ni te pongo comida, en definitiva ya no haré todas esas cosas que casi siempre evitaba hacer y que ahora no dudaría en hacerlas sin que me lo recordarán,,,,,Una lección más de la vida.
Ayer por la tarde Claudia y yo nos despedimos de ti, y como algo mágico, en la casa que vamos a dejar en breve, te enterramos en el Jardín de está entre dos arbolitos (el 19 y el 20), juntos hicimos una crucecita y la colocamos en ese punto, juntos te dimos un triste adiós. Por la noche me dijo Claudia si Pichi estaba con la "yaya" Vicenta (mi abuela), "tranquila" le dije, "si Claudia la "yaya" y Pichi están juntitos".
Hoy pretendía hablaros sobre un tema referido a la cuestión política local (uno más), pero la realidad ha cambiado el curso de los acontecimientos.
Ayer se fue "Pichi", el pajarillo de mi hija. Ayer dejo de cantar un pequeño "pinzón cebra" o también llamado "Diamante mandarín" que regale a mi hija hace un tiempo.Parece mentira lo que uno puede llegar a encariñarse con un pájaro, por está razón creo que merece una pequeña reflexión a modo de ojo del alma. Está mañana no me ha despertado con su canto matutino, hoy no ha llamado nuestra atención cuando le faltaba comida (por extraño que parezca se creo un extraño sistema de comunicación que mi mujer "dominaba" a la perfección), hoy no le hablaré como solía hacer de vez en cuando, cuando sea verano ya no te darán esos baños tan relajantes y que tanto te gustaban, Claudia no volverá a abrir tu jaula y te dedicarás a dar y dar vueltas por la casa, ya no vas a llenar de plumas tu jaula ni alrededores, ya no me van a dar el toque de "atención" (¿verdad Carmen?) porque no te limpio la jaula, ni te pongo comida, en definitiva ya no haré todas esas cosas que casi siempre evitaba hacer y que ahora no dudaría en hacerlas sin que me lo recordarán,,,,,Una lección más de la vida.
Ayer por la tarde Claudia y yo nos despedimos de ti, y como algo mágico, en la casa que vamos a dejar en breve, te enterramos en el Jardín de está entre dos arbolitos (el 19 y el 20), juntos hicimos una crucecita y la colocamos en ese punto, juntos te dimos un triste adiós. Por la noche me dijo Claudia si Pichi estaba con la "yaya" Vicenta (mi abuela), "tranquila" le dije, "si Claudia la "yaya" y Pichi están juntitos".
Bonita lección, argy, cuando es bien empleada, la vida es suficientemente larga pero nunca te acostumbras a verlo en los demás por muy insignificantes que sea el lugar que estos parezcan ocupar en nuestras vidas ante los demás.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Enrique,,,,el sentido que le damos a las cosas o a las personas es lo que supongo nos iguala o nos distingue.
ResponderEliminarUn saludo