"… iam pridem, ex quo suffragia nulli uendimus, effudit curas; nam qui dabat olim imperium, fasces, legiones, omnia, nunc se continet atque duas tantum res anxius optat, panen et circensis". (Juvenal, Satire 10.77–81)
Es Domingo y con un sol de verano que pega desde bien temprano. Es un día que invita a ser feliz, al menos no lo preparan para que así sea. Alonso en la F-1, Nadal en la final de Roland Garrós, España en su primer partido de la Eurocopa,,,,,,¿para que preocuparnos de "tonterías" como el rescate de la Banca Española?. Como en la Sátira de Juvenal con su "pan y circo", igual, igual. Al tiempo mientras uno continua peleando, unas veces con la mente y otras con el corazón, en un intento por calmar los impulsos de ambos en pro de un equilibrio relativo, leo escritos de personas que me escriben y que relatan su sensación y visión de una ciudad como la nuestra que está "muerta" o en vías de estarlo. Hoy leía, como digo, unas lineas que me han hecho pensar, estas decían: " Alicante se ha parado. Lo veo diariamente desde mi mesa de trabajo apostada frente a una esquina, la de Poeta Zorrilla con la calle Sevilla, no hay movimiento de gente y durante algunos momentos ni coches, de eso si que me alegro. El silencio lo inunda todo y hoy especialmente, no sé porqué. En los autobuses cinco señores mayores que miran por la ventanilla nuestras bicicletas con ojos melancólicos, como recordando otros tiempos igual de malos. Que lástima de ciudad. Todos los comercios cerrados o a punto de cerrar. Amas de casa con carros vacíos que entran pidiendo un euro pa´l pan. Espero ansiosa a que sean las doce y media y a los chillidos de los niños que salen del cole para comer en casa porque no hay para el comedor escolar. Lo siento mucho pero esto se acabó." Es aterrador a la par que cierto. Es un ambiente que en ocasiones si uno alza la vista un poco y deja de lado su dialogo interior, puede llegar a descubrir. Sin embargo debemos buscar cualquier motivo de esperanza para encontrar alguna flor entre la basura, no podemos abandonarnos al paso del tiempo sin más, el ser humano no está en la tierra para eso, los acontecimientos no se pueden cambiar del todo, pero si que tenemos el poder, si es que estamos convencidos de ello, de reconducirlos. No podemos, ni debemos resignarnos a dejarnos ahogar sin luchar. Es el momento de hacer algo, no se que, ni como, pero creo que en este punto este país debe decir algo a quien les está haciendo creer que todos somos culpables de este desatino. Es indigno, es detestable, es irrespetuoso, es abyecto, lo sabemos nosotros, pero "ellos" parece no darse cuenta de que lo sabemos. Ayer escuchaba al padre jesuita Jaime Garralda, que es el fundador de la ONG Fundación Padre
Garralda - Horizontes Abiertos , y que lleva más de 30 años trabajando para que los
colectivos más marginados de la sociedad tengan la posibilidad de acceder a una
vida normalizada. Este decía en un programa de radio que este país cambiará de verdad cuando se cambie el hecho que supone que un desgraciado entre en la cárcel 9 años por unas papelinas droga, y un ladrón metido a político haya robado millones y cometido infinidad de delitos y ande por la calle como si nada. Pero lo peor de todo es que la sociedad no rechaza lo segundo, al menos veladamente y si lo primero. Se ha roto una ley moral, y la inmoralidad se ha apoderado e impregnado a todo el país. Sólo recuperaremos el tono, cuando veamos entrar a la cárcel a todos esos banqueros, empresarios, políticos y delicuentes que se han dedicado, no ha vendernos, sino a comprarse cosas que ahora quiere que les paguemos nosotros. Sin ningún genero de dudas, tiene razón este hombre tan curioso e interesante, cuando dice que nos hemos "desnortao", el robar ya no es pecado, hablar hoy de pecado es un atavismo, parece normal el delito, y ciertamente, mientras nos parezca normal, esto no tiene solución. Debe haber una reacción moral de la sociedad, que diga basta ya!. Creo que este es el momento adecuado. Ja vorem!!
